Consejos para viajar en bus durante la pandemia

Por estos días, los viajes en los servicios interurbanos son apenas el 60% respecto a un año normal, pero con la aparición del Permiso de Vacaciones se espera que aumenten. Aquí las recomendaciones de una epidemióloga para trasladarse de la forma más segura, aunque para ella «quedarse un verano en casa no es el fin del mundo».

Se ha hablado mucho del permiso de vacaciones y de cómo las personas están viajando a distintas ciudades en búsqueda de descanso, disfrute y un cambio de aire. Sin embargo, ya que estamos atravesando un momento complicado de la pandemia, el traslado debe hacerse con todas las medidas de seguridad correspondientes y así evitar la propagación del virus.

Algunos tienen la posibilidad de viajar en avión, otros tienen sus autos propios y también existen varios que optan por el traslado en bus, ya sea para vacacionar o por motivos laborales o personales. Considerando que es uno de los medios de transporte más populares del país —hasta el 2019, unos 70 millones de pasajeros se trasladaban en bus al año—, y sus terminales se suelen repletar en los meses estivales, el ministerio de Transportes presentó en agosto un protocolo para este tipo de viajes.

Este contempla una serie de recomendaciones y deberes para quienes vayan a desplazarse a otra ciudad: se mantiene la exigencia del pasaporte sanitario y el salvoconducto respectivo para los pasajeros, así como también de ciertas medidas para terminales y buses con el fin de hacer más expedito el tránsito y acceso a las máquinas para evitar aglomeraciones.

Desde entonces, las y los pasajero que viajen en estos servicios interurbanos deben emitir su pasaporte sanitario y declarar que no tienen síntomas de covid-19 ni han mantenido contacto estrecho con algún contagiado. Además, durante todo el viaje se debe usar mascarilla y sanitizar frecuentemente las manos con alcohol gel.

Dentro de la normativa que entregó el ministerio de Transportes, cada terminal de buses debe contar con la demarcación de distancia de 1 metro en los sectores de andenes y ventas de pasajes, organizar los flujos de circulación de pasajeros, instalar separadores en las oficinas de atención al cliente, así como la entrega de información de medidas de prevención.

En este protocolo se acordó incentivar la venta electrónica de pasajes, para evitar el contacto en las casetas de las empresas, la permanente limpieza y desinfección de los buses, la eliminación de servicio de comidas a bordo, así como la entrega de información de índices de ocupación por destinos, días y horas de la semana para que los usuarios puedan privilegiar los viajes de menor demanda

Paulina Martínez, epidemióloga y académica de la Dirección de Posgrados de la Facultad de Medicina de la U. de Santiago, nos entregó algunas recomendaciones antes de embarcarse en un bus.

Si bien existe este protocolo, que debiese estar operando en cada terminal, cada línea de buses es responsable de instaurar los resguardos necesarios para la seguridad de los pasajeros. Paulina Martínez sugiere, en primera instancia, “consultar a la empresa de transporte con cuánto tiempo de antelación debo llegar al terminal”, tanto para evitar aglomeraciones y apuros como también para no pasar demasiadas horas en un espacio concurrido.

En el momento en se que esté en el terminal, se debe maximizar la distancia social y el uso de alcohol gel con posterioridad a cada contacto con una superficie del lugar. “Sería ideal pasar por un pediluvio con amonio cuaternario”, expresa.

Un buen canal para enterarte de los resguardos que están tomando las empresas es a través de sus redes sociales. Algunas compañías —como Turbus o Pullman— comparten sus medidas sanitarias en sus cuentas de Instagram y Facebook.

El canal de youtube Kienyke subió hace algunos meses un video en el que recopila diversas acciones que han tomado las líneas de buses, como el bloqueo de asientos, la instalación de dispensadores de alcohol gel, además del cese de entrega de almohadas y mantas. Puedes darle un vistazo a continuación:

“Al moverse por lugares concurridos y cerrados, como son los terminales de buses, se debe ser extremadamente cuidadoso”, apunta la epidemióloga Martínez. Deben ir “solo las personas que viajarán, usando en forma absolutamente correcta la mascarilla; es decir, que cubra nariz, boca y hasta mentón, y que ésta sea certificada, no artesanales”.

En caso de que una persona esté cerca tuyo, y no esté respetando la distancia física, la especialista sugiere solicitar “gentilmente respetar su espacio”.

“No utilizar guantes, ya que da una falsa sensación de protección”, dice Martínez, y recomienda “evitar conversar entre parientes y menos con desconocidos mientras se encuentren en el terminal”. Recordemos que la propagación del coronavirus es a través de las gotitas y el aerosol que emanamos al hablar y respirar, por lo que en este tipo de espacios lo más recomendable es evitar tener grandes conversaciones, mucho menos gritar.

“La idea es no comer ni ingerir líquidos, porque eso implicaría sacarse la mascarilla y esta debe ser usada en todo momento”, dice Martínez.

En el caso de los aviones, la mascarilla recomendada es la KN95. Para los viajes en bus, la epidemióloga la vuelve a sugerir. “En el caso de viajes territoriales por bus aún se justifica mucho más el uso de la mascarilla KN95”, dice Martínez. Además sugiere, para más seguridad, poner sobre la mascarilla KN95 otra extra de tres pliegues y luego un escudo facial.

Mascarilla KN95

Escudo Facial

¿Por qué tanto? Según la especialista, los buses “no cuentan con filtros HEPA, que son los que permiten filtrar diferentes agentes infecciosos, entre ellos el Sars-Cov-2”, a diferencia de lo que pasa en los aviones, que sí los tienen.

Por eso, dentro del bus, es muy importante “no conversar con nadie, no comer y no pasarse las manos por los ojos ni la mascarilla”.

El escudo facial, por su parte, “debe estar en Íntegras condiciones, derecho y no doblado, ya que sino el aire se puede filtrar”. Además, éste debe usarse “desde la salida de la casa, pasando por el terminal, durante todo el viaje y hasta llegar al destino”.

Con las altas temperaturas, las mascarillas pueden humedecerse. Por esto es recomendable portar más de una y así hacer un recambio en caso de que sea necesario. También es muy útil, por no decir indispensable, portar un alcohol gel personal.

Los tramos de los viajes en bus varían según el destino, pero si debes recorrer una distancia que tome más de diez horas, la epidemióloga sugiere lo mismo que se recomendó anteriormente: “si se viajarán distancias que mucho tiempo, asegúrese de alimentarse en casa”, apunta, reiterando el consejo de no consumir snacks ni conversar con su compañero de asiento. “Si habla por celular, no se saque las mascarillas”, sugiere.

Si se trata de vacaciones, debes contar con el permiso correspondiente, además del pasaporte sanitario y la cédula de identidad o pasaporte.

Pasaporte sanitario

Además del permiso de vacaciones, debes solicitar un pasaporte sanitario, tanto para la ida como para el regreso. El documento tiene una duración de 24 horas, por lo que la persona debe completar este formulario justo antes de viajar. En este formulario también preguntan hacia qué comuna te trasladas y debes comunicar el recinto en el que te hospedarás.

Una vez más, la epidemióloga hace énfasis en que “si no es estrictamente necesario salir, no lo haga. Evite viajar y los desplazamientos, porque cada uno de ello conlleva un riesgo”.

“Se debe actuar siempre pensando que cualquier persona a la que nos enfrentemos puede ser alguien positivo”, apunta Paulina Martínez. Para eso, hay que ser lo más estricto posible con las medidas de prevención.

“Estamos en un momento muy delicado, y por eso personalmente no estoy de acuerdo con los permisos de vacaciones”, dice. “Principalmente porque significa una alta movilización y posiblemente reuniones familiares que no siempre cumplen con los aforos establecidos”.

“Si bien hemos estado en situaciones de restricciones que han generado un grado de angustia y estrés, sumado a la incertidumbre del comportamiento viral, existen muchas maneras para relajarnos, y no necesariamente salir de vacaciones”, opina la epidemióloga. “Recuerden que quedarse un verano en casa no es el fin del mundo”.